lunes, 28 de diciembre de 2009

El Ángel de Estefy…

Cuando Estefy entro a la habitación se dio cuenta que era linda, amplia y con bellos detalles. Comenzó a investigar y a indagar por la habitación, apretó cada uno de los botones y observaba con atención que cambio producía en la misma, encontró el botón de la luz, de las cortinas, del aire acondicionado… abrió y cerró las pecinas varias veces hasta que su Ángel, como ella le decía de cariño, interrumpió su concentración con un “vaya que eres curiosa”, ella respondió con un “algo” y siguió investigando y observando por la habitación.

Su Ángel fue a la orilla de la cama y se sentó, desde ahí llamo a Estefy, en un principio se negó a ir, pero después de varias amenazas accedió, estando parada ahí, frente a él:


A: bájate el pantalón mi niña
E: No, para que
A: para darte lo que mereces, bajarte el pantalón
E: No quiero, ¿por qué? ¿Para qué?... no no no!!!
A: Porque a las niñas malcriadas se les castiga a nalga pelona, bájate el pantalón o te lo bajo yo
E: no te atreves


Estefy no obedecía la orden, así que su Ángel comenzó a bajarle el pantalón, aunque Estefy trato de impedirlo no lo logro, después del pantalón bajo su ropa interior, era una linda pataleta de color rosa.

El sentimiento de bajar la ropa es uno de los más importantes en el juego, es parte del juego: pero jamás lo habían hecho antes del castigo, esta sería la primera vez, eran nervios pues nunca se había encontrado en una situación así, eran nervios porque por primera vez verían su piel intacta y sin ningún color en ella, tenia curiosidad y no dudo en preguntar:


E: ¿Por qué deseas castigarme sin ropa desde el principio?
A: porque a las niñas malcriadas se les castiga sin ropa, a nalga pelona para que entiendan, además bien sabes que es parte del castigo
A Estefy no le pareció suficiente esa respuesta, suele cuestionar mucho, pero por algún motivo no quiso indagar más, pues sabía que no sacaría a su Ángel de esa respuesta.

Después de un forcejo entre ambos, Ángel logro colocar a Estefy sobre sus rodillas, estando en esa posición comenzó a regañarla. Estefy pensó que podría superarlo con facilidad, no sería la primera ni la última vez que se encontraría en una situación similar, pero la realidad era otra.

Las manos de su Ángel eran especiales, eran unas manos gruesas y grandes, pero sobre todo pesadas, desde el momento en que sintió la primera nalgada se dio cuenta que se encontraba en graves problemas, pues la sintió muy fuerte y en verdad le dolió, pero no emitió quejido alguno, sin embargo sus manos no pudieron evitar protegerse después de algunas nalgadas. Ángel quito la mano de Estefy y continuo con el castigo, las nalgadas eran lentas, pausadas y continuas, la intensidad aumentaba a cada golpe pero Estefy seguía sin emitir algún quejido, aunque quería hacerlo pero el orgullo pudo más.

Después de que las nalgas de Estefy comenzaron a tomar un color rosita, su Ángel decidió terminar la primera ronda, paro un poco mientras tomaba el cepillo y amenazaba a Estefy por su mal comportamiento, era la primera vez que ella sentiría el cepillo. Se trataba de un cepillo de madera, con el dorso adornado con unas pequeñas franjas, Estefy lo observo pero no le dio importancia, total!!!

Pero verlo y sentirlo son dos cosas diferentes, cuando sintió el primer azote con el cepillo no pudo evitar emitir un pequeño quejido, ya le habían comentado que el cepillo dolía pero no sabía que en verdad doliera tanto; aun así, su orgullo spankee no le permitirá mostrar debilidad frente al spanker jeje, así que aguanto valientemente, cayeron de diez a doce azotes, pero de repente su Ángel paro y decidió no utilizarlo más.

Su Ángel ayudo a incorporar a Estefy, sus ojos estaban a punto de soltar lagrimas, pero no lo hicieron.

A: ya vez porque quise hacerlo sin ropa desde el principio, de lo contario no me
habría dado cuenta de que te estoy lastimando más de lo debido. Ya no lo
usaremos más, te dejo unas marcas muy feas que no me gustan, seguiremos a nalga
pelona como se castigan a las niñas como tú.

A pesar de que Ángel estaba castigando a Estefy, sabía hasta que punto llegar y reconocer el límite.

Después de un breve descanso, donde Estefy aprovecho para verse en el espejo, se dio cuenta que en realidad el cepillo le había dejado las franjas de su dorso marcadas con pequeñas líneas moradas, se sobo un poco y sintió su piel caliente; cuando su Ángel se dio cuenta que Estefy ya se había recuperado nuevamente le ordeno ir a sus rodillas, esta vez no forcejeo, extrañamente obedeció a la primera.

Una vez que estuvo nuevamente en las rodillas de su Ángel, recibió otra tanda de nalgadas, mientras escuchaba los regaños de él pensaba que la intensidad de la mano era similar a la del cepillo de madera, o tal vez ya estaba delirando jajaja, pero cada una de sus nalgadas le dolió enormemente, en verdad su Ángel sabia como castigar y educar a una niña malcriada como le dice él.

Nuevamente pararon y le ordeno ir al rincón, pero ella odia ese lugar tétrico, solitario y espantoso jeje, así q se negó, nuevamente la orden fue lanzada y una negativa como respuesta. Ángel no tuvo más remedio que llevarla de la oreja, aunque se negó nuevamente en esta ocasión no pudo negarse lo suficiente pues termino en el rincón.

Aunque Estefy pensó que ya sería el final de su castigo, estaba equivocada, aun le faltaba la última ronda de nalgadas. Nuevamente Ángel la coloco cariñosamente sobre sus rodillas, recordándole que lo hacía por su bien, que las nenas no deben ser groseras ni mal habladas y que era para mejorar su comportamiento. En esta ronda Ángel le hizo contar una a una las nalgadas que le daba, esta vez casi no pudo evitar quejarse pues el dolor era cada vez mas intenso, continuo y con un ritmo estable.

De repente ya no sintió un golpe más, voltio su rostro para observar a su Ángel y el gentilmente le ayudo a incorporarse, la puso de pie, le coloco su ropa interior y su pantalón.

Al finalizar el castigo, Ángel le entrego a Estefy un bello osito al que nombraría Bayron, por su parte Estefy le regalo una corbata roja, color que había escogido el Ángel pues le recordaría a su niña malcriada.

El castigo había terminado pero la lección no fue aprendida porque antes de una semana ya tenía amenazas nuevamente de su Ángel.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que te puedo decir, es una lastima que no aprenda Estefy, pues el castigo seguira, supongo.

Saludos.

Estefy dijo...

si, vdd?? que lastima pero no es culpa de ella, o si?

Anónimo dijo...

Por supuesto que si, ella es responsable de aprender que puede y que no debe hacer!!

Anylú dijo...

HERMOSO RELATO!!! BRAVOOOO....
NO CABE DUDA QUE NUESTROS ANGELITOS TIENEN MANO SANTA VERDAD NENA? AUTCH.... jejeje
MUY BONITO DE VERDAD
BESITOS
ANY.

Stefy dijo...

mano santa!!! manotota!!! jaja
grax nena por tus comentarios
tqmmmmm
xoxo

Rossy dijo...

jeje lindo relato
no se porq pero ....creo saber quien es ese angelote jajajaja
sigue diviertiendote nena
y regalandonos las anecdotas
besos

Stefy dijo...

sip sip, si sabes quien es
ese que piensas !!! andale ese
jajaja
xoxo

Anónimo dijo...

Hola Estefy!!! Tengo que decir que esta historia me encanto jeje fue bastante tierna, ya quisiera que algo asi me pasra a mi, pero mejor esperare jaja:P...y antes d q se me olvide aki te dejo la direccion d mi blog:www.mexicospanko.blogspot.com Tambien te recomiendo leer la ultima entrada q publique jeje espero q t guste
Bye, xoxo