Cuando despertamos me susurro al oído “tengo ganas de
morderte”, un escalofrió recorrió mi cuerpo y baje la mirada, una sonrisa
picara se dibujo en mi rostro mientras sentía su respiración sobre mi cuerpo.
Comenzó en los pechos y poco a poco iba subiendo y bajando,
la ansiedad e incertidumbre de sentir la primera mordida me tenía a la expectativa;
acariciaba su espalda y podía sentir su respiración, casi tan agitada como la mía.
Llegó al cuello y presentí esa primera mordida, cerré
las manos, como cuando tienes la esperanza de que al cerrarlas y apretarlas fuertemente
un dolor inevitable será menos perceptible, espere unos segundos y no sentí esa
mordida; él aun continuaba olfateando y saboreando, quizás tan ansioso de
morderme como yo lo estaba de sentir sus dientes sobre mi piel.
Nuevamente se deslizo hasta mi vientre mientras me besaba y
lamia; podía sentir como un fluido se deslizaba entre mis piernas y me apenaba
que se diera cuenta, cuando lo hizo subió de golpe y me sonrió. Trate de
esquivar su mirada pero me pidió observarlo, sabía que estaba sonrojada y que
él quería ver mi mirada penosa y ansiosa… una mezcla de lujuria y timidez.
“¿De quien eres?” murmuró a mi odio, la respuesta la
susurre en el suyo, casi inaudible y poco entendible; estaba agitada y ansiosa,
ya no solo de la mordida, mi cuerpo exigía a gritos algo más. Cerró mis
labios y ojos con un beso mientras que en mi cuello clavaba cada uno de sus dientes.
Me estremecí y un gemido de placer-dolor fue inevitable, de
igual modo mordió cada una de las partes de mi cuerpo que pueden ser mordidas
y algunas que no imagine que fuera posible. A cada mordida me agitaba, gemía, suspiraba, ansiaba, me humedecía e incluso
ronroneaba bajito…a cada mordida lo disfrutaba de igual modo, a cada mordida el
placer era inevitable.
1 comentario:
Uufff!!! hasta calor me dio
que rico sentir, que INTENSOOO!!
deliciosa como siempre tu manera de escribir y expresar mi niña linda. Felicidades por compartir tanta pasión. TQ.
anny :)
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